En casi todos los países del mundo, el 1° de mayo es el Día del Trabajo o Día Internacional de los Trabajadores, ya que se conmemora el inicio de una huelga de los obreros estadounidenses en 1886 en demanda al respeto a la jornada de ocho horas.
Paradójicamente, en Estados Unidos, el conocido como «Labor Day» se celebra en septiembre.
Realmente la fecha fue instaurada en París en 1889 por el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, inspirado en los sucesos de Chicago de tres años antes.
La jornada de ocho horas fue motivo de lucha de los trabajadores desde los inicios de la revolución industrial y, de hecho, ya en 1868 el presidente estadounidense Andrew Johnson la convirtió en ley, pero no todos los estados la adoptaron ni todos los empleadores la observaron, por lo que el movimiento siguió.
El cambio de fecha de mayo a septiembre, se da en 1882, cuando el sindicato central de trabajadores de Nueva York declaró una especie de feriado laboral con una gran marcha en la ciudad, de entre 10 mil 20 mil trabajadores con pancartas, ante un cuarto de millón de personas, según algunos relatos.
En 1887, el presidente estadounidense Grover Cleveland estableció el Día del Trabajo en septiembre como feriado oficial en EE.UU., siguiendo la celebración de los Caballeros del Trabajo y para evitar que el 1° de mayo sirviera como glorificación de los «mártires de Chicago».